Virus de la hepatitis A
Tiene un
periodo de incubación de 15 a 50 días, no produce hepatitis crónica o estado de
portador y las veces que causa hepatitis fulminante es porque el paciente ya
presenta una hepatopatía previa como infección por hepatitis B o toxicidad
alcohólica; sin embargo este virus es el que más produce epidemias y es endémico en
países en los cuales las condiciones higiénicas y sanitarias son deficientes y
da frecuentemente en la infancia presentándose de una manera leve o
asintomática, pero la morbilidad aumenta cuando se presenta en la edad adulta.
El modo de trasmisión es fecal-oral lo que explica el gran número de epidemias
en colegios y guarderías, después de alcanzar el tracto gastrointestinal
alcanza el hígado, se replica en los hepatocitos para ser eliminado por bilis y heces 2-3 semanas antes
y 1 después del inicio de la ictericia. En países en desarrollo la
contaminación del a
gua se da por las condiciones de hacinamiento de las
personas, y en los países desarrollados por el consumo de mariscos contaminados
con aguas residuales humanas. El daño a los hepatocitos esta mediado por la
respuesta de los linfocitos T más que por el virus, el mejor marcador
serológico es la IgM anti
VHA que parece en sangre al inicio de los síntomas, los IgG persisten en
la convalecencia y responden frente a la reinfección, se previene por medio de
medidas higiénicas e inmunización pasiva en personas que viajen a zonas
endémicas.
Virus de la hepatitis B
Este virus me
puede producir diferentes estados clínicos como son:
·
Hepatitis
aguda con recuperación y eliminación del virus
·
Hepatitis
crónica no progresiva
·
Hepatitis
crónica progresiva que causa cirrosis
·
Hepatitis
fulminante con necrosis hepática masiva
·
Estado
de portador asintomático
*es precursor para el desarrollo de carcinoma hepatocelular
*pueden haber cepas mutadas que escapen a
la inmunidad producida por la
vacuna
Tiene un periodo
de incubación de 4-26 semanas durante el cual el virus permanece en la sangre
al igual que en los episodios activos de hepatitis aguda o crónica, además de estar presente en líquidos
fisiológicos y patológicos del organismo, excepto en heces. Su modo de
trasmisión puede ser por medio de secreciones corporales, por trasmisión
vertical el cual representa el principal modo de trasmisión en regiones
endémicas y las trasfusiones de sangre, uso de drogas vía parenteral,
trasmisión sexual y accidentes sanitarios en los de países con escasa
prevalencia, mientras que en un tercio de los pacientes se desconoce la fuente
de infección. En la mayoría de adultos
la infección se resuelve, pero la trasmisión vertical aumenta la tasa de infección crónica. El
virus no se integra al ADN de la célula, pero se integra a ella sufriendo
eliminaciones y reordenamientos en su genoma que codifica:
·
El
antígeno nuclear de la hepatitis B HBcAg que se retiene en el hepatocito infectado y el antígeno e
de la hepatitis B HBeAg
que se segrega en la sangre y es esencial para el establecimiento de una
infección persistente
·
El
antígeno de superficie de la hepatitis B HBsAg segregado en cantidades masivas a la sangre.
·
Una
polimerasa de ADN
con actividad transcriptasa inversa por medio de la cual mutan los genes.
·
La
proteína HBV-X que actúa como transactivador para la
transcripción de muchos genes víricos, es necesaria para la infectividad del
virus y ejerce una función sobre la producción del carcinoma hepatocelular.
Despues de la
exposición al virus, hay un periodo de incubación asintomático entre 45 y 160
dias, seguido de una enfermedad aguda que dura de semanas a meses y que puede
seguirse por medio de los siguientes marcadores serológicos:
·
HBsAg: aparece antes del inicio de los
síntomas, alcanza un
máximo en la parte más activa de la enfermedad y baja a niveles indetectables
en 3 a 6 meses.
·
Anti-HBs: aparece semanas o meses
después de la desaparición del antígeno de superficie una vez pasada la enfermedad aguda,
el que persiste durante toda la vida y es la base para la vacunación.
·
HBeAg, HBV-ADN, ADN polimerasa:
aparecen poco despues de aparecer el antígeno de superficie e implican una
replicación vírica activa,
si el HBeAg persiste indica una progresión a hepatitis crónica, si por el
contrario aparecen los anti-HBe
indica que la infección aguda está cediendo.
·
IgM anti HBc: aparece en suero antes
del inicio de los sintomas
y se acompaña de elevación
de las aminotransferasas séricas que indica lesión de los hepatocitos y
despues de unos meses es reemplazada por la IgG anti HBc.
La respuesta
de linfocitos TCD4 y TCD8 son los responsables de la resolución de la infección
aguda, y el daño es más que todo por los linfocitos TCD8 cito tóxicos que por el virus, por
lo cual la respuesta debe ser equilibrada. La prevención es dada por la vacuna y por el cribado de
donantes de sangre, tejidos y órganos.
Virus de la hepatitis c
El principal
modo de trasmisión es la inoculación sanguínea, representando el uso de drogas intravenosas
el de mayor porcentaje. También se puede trasmitir por trasmisión sexual o
vertical pero en menores proporciones. Es el virus que más causa enfermedad crónica y finalmente
cirrosis, como también trasplante de hígado. Una persona infectada por
este virus puede portar muchas variantes de este, denominadas cuasi especies lo que se
asocia con un peor pronóstico del paciente, tiene un periodo de incubación de 2
a 26 semanas, en el 75% de los casos su fase aguda es asintomática, su ARN es detectable en sangre durante
1 a 3 semanas y se acompaña de elevación de las aminotransferasas
séricas, se desarrollan anticuerpos anti-VHC pero no son eficaces, la respuesta
depende de los linfocitos TCD4 y TCD8 para que la infección sea auto limitada,
pero solo una pequeña parte
es capaz de eliminar la infección. En infecciones persistentes el ARN
del virus es detectable y se acompaña de elevación continua y fluctuantes de las aminotranferasas,
en alguna minoría estás pueden estar en concentraciones bajas aunque todavía
haya daño hepático. Como también puede haber actividad enzimática con ausencia
de síntomas clínicos, la
cirrosis se desarrolla en el 20% de los individuos persistentemente
infectados y puede ser de aparición rápida o desarrollarse al cabo de 5 a 20
años
Virus de la hepatitis D
Es totalmente
dependiente de la coinfeccion por el virus de la hepatitis B para su
multiplicación, y su infección se puede adquirir de dos maneras:
Exposición
a suero que contenga ambos virus, en la que el que la mayoría de los
pacientes elimina ambos virus y se recupera por completo
Una
sobreinfección de un portador crónico con virus de
la hepatitis B con un inoculo nuevo de virus de la hepatitis D, donde la mayoría de pacientes hay
una evolución de la hepatitis haciéndose más grave de 4 a 7 semanas
La infección
por este virus es infrecuente en áreas donde la infección por virus de la
hepatitis B es endémica y ha tenido más brotes epidémicos en áreas
subtropicales de peru Venezuela y Colombia.
ARN Y AG:
se detectan en sangre antes y los primeros dias de la enfermedad sintomática
aguda
IgM anti VHD:
es el más fiable para exposición reciente pero es de aparición transitoria
IgM anti VHD y HBcAg: para detector una coinfeccion aguda
HBsAg y títulos bajos de anti VHD: para detectar una sobreinfección
Virus de la hepatitis E
Es
transmitida de forma entérica y transportada por el agua, es característica de viajeros, la mayoría de
los casos es auto limitada y no se asocia con hepatitis crónica y viremia
persistentes, pero es de
gran mortalidad en mujeres embarazadas y tiene un periodo de incubación de
6 semanas. Su antígeno
se puede detectar en el citoplasma durante la infección activa, el virus se
puede detectar en heces y los anticuerpos IgG e IgM son detectables en suero.
Características clínicas y pronóstico
de la hepatitis vírica
*el virus de la hepatitis A C E no producen un estado de
portador
*el virus de
la hepatitis A E no progresan a hepatitis crónica
*y el virus
de la hepatitis C produce mas hepatitis crónica que el virus de la hepatitis B
Infección asintomática: se identifican accidentalmente por la elevación de las
aminotransferasas séricas o presencia de anticuerpos antivíricos.
Hepatitis vírica aguda: puede ser causada por cualquiera de
los virus y se puede dividir en cuatro fases:
·
Periodo de incubación durante el cual hay partculas víricas
circulantes
·
Fase preicterica sintomática durante la cual empiezan aparecer
síntomas inespecíficos seguido de debilidad generalizada, nauseas y perdidda
del apetito y en algunos casos puede haber perdida de peso, fbricula, cefalea,
mialgias, artralgias, vomitos y diarrea; y el 10% de los pacientes puede
desarrollar enfermedad del suero caracterizada por fiebre, exantema y
artralgias por inmunocomplejos circulantes, todos estos síntomas se realcionan
con una elevación de las aminotransferasas séricas y en el examen fisisco hay
hepatomegalia dolorosa.
·
Fase ictérica sintomática empiezan a remitir los síntomas, hay
una hiperbilirrubinemia conjugada que se acompaña de orina de color oscuro, heces
de color claro debido a la colestasis y puede haber prurito por la retención de
sales biliares. Esta fase es común en adultos infectados por virus de la
hepatitis A, ausenete en la mitad de casos por infección por VHB y presente en
la mayoría de VHC
·
Convalecencia después de unas pocas semanas o meses
de la fase ictérica, donde la ictericia y demás síntomas han desaparaecido.
Hepatitis crónica
En
la cual debe haber evidencia
sintomática, bioquímica o serológica de hepatopatía continuada o recurrente por
más de seis meses con inflamación histologica y necrosis, las
características clínicas son muy variables y no predicen el pronostico, en
algunos el único signo es la elevación de las aminotransferasas séricas, con
mas frecuencia se ve astenia y en menor proporción malestar, perdida del
apetito e ictericia leve. En el examen físico se pueden encontrar angiomas en
araña, eritema palmar, hepatomegalia leve y dolorosa. En los paraclínicos
podemos encontrar elevación del tiempo de protrombina, hipergammaglobulinemia,
hiperbilirrubinemia y elevaciones leves de fosfatasa alcalina. En algunos casos
por infección de VHB y VHC se puede producir vasculitis y glomerulonefritis. Hay
crioglobulinemia en el 50% de los casos de infección por VHC. en la infección
por hepatitis puede haber remisión espontanea o persistir una enfermedad
indolente durante años. Los pacientes con hepatitis crónica puede ser por cirrosis, encefalopatía
hepática, hematemesis por varices esofágicas, y carcinoma hepatocelular.
Estado de portador
Se
comportan como reservorios del microorganismo lo pueden padecer y sufrir leves
efectos o ninguno o, tienen una lesión hepática progresiva sin síntomas, la trasmisión vertical por VHB
constituye un 90% de los casos de portadores, mientras que los que la adquieren
en edad adulta representan el otro 10% del estado de portadores. Las personas
con inmunidad alterada tienen mas riego de convertirse en portadores, y el VHD
Y VHC inducen una menor proporción de estado de portadores.
Hepatitis fulminante
Un
pequeño número de pacientes con hepatitis aguda A B o E puede presentar una necrosis hepática
masiva con hiperplasia regeneradora.
Morfología
En
la hepatitis aguda
hay una degeneración
vacuolar de los hepatocitos, puede haber colestasis y pigmentación marrón de los
hepatocitos, la infección por VHB puede generar hepatocitos en vidrio esmerilado (citoplasma
eosinifilico, granular con cantidades masivas de HBsAg) ya sea aguda o
crónica la hepatitis o hepatocitos
con nucleos granulares ( por la acumulación de HBcAg). La inflamación
característica de la hepatitis aguda la células de kupffer sufren un proceso de hipertrofia e
hiperplasia con pigmento de lipofuscina y los tractos portales están
infiltrados por células inflamatorias.
Pueden
verse dos patrones de muerte hepatocitaria:
Citolisis: las células han
desaparecido, hay un agregado de macrófagos, y hay un colapso de red de reticulina y colágeno
Apoptosis: los hepatocitos se encogen, se vuelven eosinofilicos y
los núcleos están fragmentados
En
la hepatitis crónica hay necrosis
hepatocitaria latente de todo el lóbulo, en la forma más leve la
inflamación se limita a los tractos portales en los que se ve linfocitos
eosinofilos y células plasmáticas, y en la infección por VHC se ven agregados linfoides en el tracto
portal, la necrosis periportal indica lesión hepática progresiva y el depósito de tejido fibroso
indica lesión hepática grave, todo esto terminara produciendo cirrosis
que se caracteriza por nódulos de tamaños irregulares separados por cicatrices.
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